Mosaico
INTRODUCCIÓN
“Cuando tenga que dar una conferencia, no diga nada teórico sino más bien que ama la música.” (Antón Webern)
Como aconseja Webern no me voy a referir a la teoría literaria sino a esa “música” que nos abrirá las puertas para jugar en un mosaico de palabras. Mosaico, un arte decorativo, elaborado con teselas (pequeños fragmentos de piedra, cerámica o vidrio de distintas formas y colores). Proviene del latín “mosaicum” obra relativa a las musas, ya que los romanos consideraban que este arte tan exquisito sólo podía ser ejecutado a partir de la inspiración que infundían las musas. Tanto en este oficio como en la escritura rellenamos espacios en blancos con teselas o con palabras, la materia de ambos es la misma: el silencio que refiere a lo abismal de la vida. Ese momento de inspiración donde lo que me rodea deja de ser lo que era o yo dejo de ser quien soy o quien creo que soy. Todo es posible y todo puede rendirse ante las palabras. Un puente hacia la otra orilla donde la realidad externa deja de rodearme para dar paso a este mosaico inspirador que la razón rechaza por heterogéneo. La fuerza de la constelación de mezclar “teselas” es tan fuerte que me rindo a ella arrastrada por lo que se manifiesta sin razón aparente o explicación lógica. Y el lector recibirá indirectamente el influjo de esas fuerzas, las verá actuar a lo largo de las páginas e influenciar en el destino de los personajes quienes por su parte creen que actúan libremente y no sospechan que son simples piezas movidas por un narrador. Ese mosaico que me puede invadir a plena luz del día también me espera en un mundo onírico. En el instante de despertar una censura los borra implacablemente dejándome enredada en los hilos de la angustia por haber tocado de cerca algo esencial que la psique aísla. Pero en todos los momentos siempre hay intersticios, vacíos debajo del iceberg como dice Hemingway. Espacios cifrados que muestran que el sentido no finaliza en el punto donde nuestros hábitos mentales presuponen. Las tramas con las teselas o con palabras son las mismas: abren la puerta para el encuentro, para el juego con los signos que las constelaciones intentan transmitir: los objetos y los recuerdos, las pulsiones en los sueños, el poder del arte, la posesión fantasmal, lo fatal en la venganza, el amor no correspondido y otras dimensiones fantásticas que van construyendo el mosaico y que invito a leer.